Firmado en el centro de la base: “Mallo 1/1”
Signatura: FAR E-22
Con una primera etapa vanguardista en los años treinta, Cristino Mallo contribuye con sus pequeños bronces a renovar las formas figurativas, a la manera en que lo hacen Manzú y Marini en Italia. A pesar del reconocimiento que recibe en vida no abandonará nunca una actitud meditadamente escéptica e irónica, silenciosa y fuertemente independiente.
Este bronce forma parte de una larga serie de figuras en movimiento o temas deportivos, que el autor cultivó con predilección. Capturado en el tenso instante que precede a la recepción del balón, este portero está dotado de energía, equilibrio dinámico y gracia. Tiene la impronta y viveza del instante felizmente capturado y el peso de un esbozo con sentido monumental.