Firmado en el ángulo inferior izquierdo: “Flores París”
Signatura: FAR D-13
Es ésta una de las muchas vistas del París típico que pintara Pedro Flores. La colección Antonio Ródenas posee además, otras tres.
Flores se integró plenamente en París, por lo tanto no debe ser considerada esta obra como una estampa “turística” más, ni como el fruto de la sistemática de una rutina sino, como un sentido homenaje de un hijo adoptivo de la ciudad en un intento de personalizar con su estilo un lugar común.
Flores conocía bien el motivo pues en los años de la guerra mundial sobrevivía como fotógrafo ambulante en la Ciudad Luz. Más tarde trabajaría como escenógrafo y figurinista de la Ópera Cómica de París y como pintor de cartones para los Gobelinos. La destreza que adquirió en estos trabajos y su reconocido talento como aguafortista, tienen un reflejo aquí, en la ligereza y desparpajo del trazo. El protagonismo dado al cielo de intenso azul y al enorme árbol otoñal, le confieren, junto al marcado contraste de luz y sombra, un aire algo teatral, y un aspecto de desolación o nostalgia.
Estas vistas parisinas, así como su obra en general, eran muy apreciadas en París por críticos de la talla de Jean Cassou, entre otros.