Firmada en la parte posterior: “J. Haro 76 1/4”
Signatura: FAR E-11
El tema del abuso de poder, del drama del hombre sometido por sus semejantes, el eterno “homo homini lupus” (el hombre es un lobo para el hombre), es recurrente en la obra de Juan Haro desde sus inicios.
El aparente aspecto de composición clásica griega se ve desmentido por la gravedad del tema y el dramático juego de sombras que se produce. La víctima que recibe el castigo busca en su desvalimiento desesperado refugio en la pierna del verdugo, que en realidad no es más que su semejante, su hermano de especie que por la razón que sea ostenta un poder del que abusa.
El brazo que castiga no está, pero están el gesto brutal y la indefinición del arma, lo que amplifica de algún modo el castigo, pues cabe lo más terrible que uno pueda imaginar. Con ello además logra el artista, una vez más, universalizar el asunto más allá de la relación de un caso concreto.