Firmado y dedicado en el ángulo inferior derecho “Para Nin en signo de buena amistad J H Leemans”
Signatura: FAR P-3
No sabemos cuando adquirió Ródenas este cuadro. La dedicatoria nos permite especular la posibilidad de que fuera un regalo del pintor a su amigo.
La composición, con una forzada perspectiva que marca un camino flanqueado de tapias en lo que parece una urbanización rural, entra en la tradición impresionista y postimpresionista francesa. Las pinceladas cortas, rítmicas y “constructivas” del cielo, abeto y tapia de la izquierda denotan la influencia de la lección cézaniana. Quizás no sea por ello casual que sea este cuadro el que esté dedicado a Nin Ródenas, pues en él se percibe más que en los otros dos el influjo del maestro de Aix-en-Provence.
La distribución de los espacios cielo-tierra y de los focos de luz y la elección de los colores agrisados confieren al paisaje un aire melancólico no exento de cierto dramatismo.